Cada año se extinguen miles de especies animales. Animales que en otro tiempo habitaban la Tierra en abundancia ahora están desapareciendo permanentemente de nuestro planeta a un ritmo vertiginoso. Los científicos calculan que la tasa de extinción actual es 1.000 veces mayor a lo normal debido a un factor: los seres humanos.
¿Qué hacemos mal?
Estamos consumiendo los recursos naturales de la Tierra con una rapidez mayor que aquella con la que pueden reponerse. Destruimos los hábitats de los animales, su alimento, agua y aire —además de destruir a los propios animales— a un ritmo insostenible. A medida que se eliminan más nidos de aves para construir rascacielos, se drenan ríos para hacer estacionamientos y se matan elefantes para hacer objetos decorativos, se reduce el número y la diversidad de animales.
El tráfico ilícito aumenta el peligro para nuestra vida silvestre. El comercio ilegal de animales y sus partes en el mercado negro está aumentando. El incremento de la demanda de productos derivados de elefantes, rinocerontes y tigres, así como de otros animales terrestres emblemáticos, no solamente es una amenaza para estas especies y la paz, salud y prosperidad de la gente que vive cerca de ellas. El tráfico de la vida silvestre reduce la seguridad de los ciudadanos y las ganancias de los negocios legítimos.
Por qué debe importarnos
Cuando se extingue una especie animal, los animales irremplazables son solamente parte de la pérdida. Aunque podemos considerar el mundo animal como separado del nuestro, nuestras vidas y las suyas están entrelazadas, conectadas por un millón de vínculos. Las plantas, los animales, las personas y el medioambiente, juntos constituyen una comunidad biológica —un ecosistema— en el cual cada una de las partes depende de la otra para su supervivencia. Cuando una parte de la comunidad se desequilibra o se elimina, todo el sistema sufre.
Todos podemos ayudar
Aunque los seres humanos seamos el mayor peligro para la vida silvestre, también somos su única esperanza. En todo el mundo, tanto individuos y pequeños grupos como grandes organizaciones, corporaciones y gobiernos están haciendo su parte para garantizar un futuro más seguro para nuestra vida silvestre; y para nosotros. Desde recortar la demanda de productos derivados de animales, establecer y aplicar leyes contra el tráfico ilegal de animales, y hacerse voluntario de organizaciones de conservación que ayudan a proteger especies en peligro de extinción, los héroes de la conservación combaten los peligros a los que se enfrentan los animales de la Tierra.
Ningún acto de conservación es demasiado pequeño. Es posible que no podamos recuperar las especies que ya hemos perdido, pero muchas otras a punto de extinguirse necesitan nuestra atención y acción inmediatas. No seas parte del problema. Sé la solución: Respeta y protege la vida silvestre de la Tierra.
Más información:
- De peces a corales o jirafas, la actividad humana tiene consecuencias muy caras.
- Mira cómo el tráfico de vida silvestre apoya al terrorismo en Last Days (“Los últimos días”, en inglés) un vídeo sobre el comercio ilegal de marfil.