Trabajadores del campo de la salud, militares y otras organizaciones tanto de países de África Occidental como de otros lugares del mundo han trabajado arduamente para detener el brote del virus del ébola. Proporcionan suministros médicos a los enfermos y sus cuidadores y entrenan a todos para que conozcan las mejores prácticas higiénicas para evitar que el virus se disemine.

Los niños han estado aislados durante los meses recientes. Muchos han estado enfermos. Algunos han muerto. Pero incluso los niños sanos han sufrido porque el ébola los ha retrasado en sus estudios.

En Liberia, Guinea y Sierra Leona, las escuelas cerraron. Para muchos estudiantes, las únicas lecciones fueron sobre el virus del ébola. (Depto. de Estado/Doug Thompson)
Las comunidades lograron detener la expansión del virus al evitar el contacto con personas enfermas y utilizar prácticas higiénicas. ¡Ahora toca regresar a la escuela! (Depto. de Estado/Doug Thompson)
Las escuelas vuelven a abrir en Liberia, con agua con cloro para lavarse las manos y termómetros para tomar la temperatura corporal. (Depto. de Estado/Doug Thompson).

Hoy día, los maestros demuestran la manera de lavarse las manos mientras algunos efectivos militares estadounidenses permanecen ayudando a las comunidades de nuevas maneras. Además, muchos trabajadores sanitarios y capacitadores están en camino.