
Un actor contacta con un médico, que entiende una idea sobre torres telefónicas. ¿El resultado? Un cuarto de millón de niños que evitan contraer enfermedades graves.
Estos son los antecedentes. Las vacunas son frágiles y deben guardarse entre dos y ocho grados centígrados o se inutilizan. Cada año mueren 2,5 millones de niños a causa de enfermedades tratables como el sarampión y la polio, porque viven en zonas sin infraestructura eléctrica confiable. Sin electricidad no hay refrigeración, sin refrigeración no hay vacunas.
Entra David Morse, el actor que hizo entre otras películas Milagros inesperados o La milla verde, En tierra hostil, y Guerra Mundial Z. Morse se enteró que un niño haitiano había fallecido de difteria después del terremoto de 2010 porque no había suministro eléctrico para entregar una vacuna viable.
Morse le contó la historia de la muerte del niño a su vecino Harvey Rubin, un médico de la Universidad de Pensilvania especializado en enfermedades infecciosas, y le desafió a que hiciera algo al respecto.

Rubin encontró la respuesta a simple vista: las torres de teléfonos móviles. Para el año 2015 se espera que la cobertura mundial de teléfonos móviles sea prácticamente universal. Ya hay más teléfonos móviles que cepillos de dientes.
Cada torre de telefonía móvil genera más electricidad de la que necesita, suficiente para mantener la refrigeración de una unidad de almacenaje de vacunas.
Para tener acceso a esa electricidad Rubin y sus colegas crearon un grupo sin fines de lucro llamado Energizar la Cadena (Energize the Chain – EtC). En Zimbabue instalaron 111 unidades de refrigeración que funcionan con la energía de las torres de telefonía móvil para crear lo que llamaron la “cadena fría”. Como resultado en 2013 pudo vacunarse a 250.000 niños de Zimbabue.

EtC tiene previsto ampliar la cadena fría a Burundi, Lesoto e India, y posiblemente otros países. Mientras tanto incluso reparte vacunas por medio de aviones automáticos sin tripulantes.
¿Podrá EtC ayudar en la lucha contra el ébola si se elabora una vacuna? En la actualidad el grupo no funciona en África Occidental, pero “en teoría esto se podría utilizar para entregar vacunas contra el ébola” en zonas rurales en las que la refrigeración no está disponible habitualmente, según Rubin.
Estados Unidos está comprometido a mejorar la salud mundial. En los cinco años pasados la Iniciativa de Salud Mundial (GHI) del presidente Obama ha invertido 50.000 millones de dólares en varios programas de salud, algunos dedicados a la inmunización de niños.
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