
Esas medallas de oro brillante que cuelgan alrededor de los cuellos de los atletas olímpicos triunfantes representan un honor inapreciable.
Bueno, casi no tiene precio.
Los metales preciosos en los medallones chapados en oro para los juegos en Pyeongchang en realidad valen 576 dólares, según Dillon Gage, un comerciante de metales en Dallas.
Los medallones son casi enteramente de plata, 580 gramos, con seis gramos de oro. Hay 318 dólares en plata en las medallas de plata y 29 dólares en cobre y zinc en las de bronce, según el cálculo de Gage.
Por supuesto, nadie derrite sus medallas olímpicas.

Para muchos de los atletas, valdrán más que su peso en oro en promociones comerciales. Y algunos ganadores de medallas recibirán bonos en efectivo de sus comités olímpicos nacionales. (El organizador de los juegos, el Comité Olímpico Internacional, no da premios en efectivo).
Los comités olímpicos de algunos países otorgan cientos de miles de dólares, otros nada. En las Olimpiadas de Verano de 2016 en Río de Janeiro, el nadador de Singapur Joseph Schooling se embolsó un millón de dólares de Singapur (753.000 dólares estadounidenses) por ganar a Michael Phelps en los 100 metros mariposa.
En las Olimpiadas de Invierno en Pyeongchang, Corea del Sur, los atletas con medallas de oro estadounidenses recibirán del Comité Olímpico de Estados Unidos 37.500 dólares, 22.500 dólares para los medallistas de plata y 15.000 dólares para los que ganen bronce.

Las medallas son obras de arte, diseñadas exclusivamente para cada olimpíada. El célebre diseñador surcoreano Lee Suk-woo creó el elegante motivo de los 222 juegos de medallas que hay para otorgar en 102 eventos en Pyeongchang.
El anverso de la medalla muestra los anillos olímpicos sobre líneas diagonales estriadas inspiradas en la textura de los troncos de los árboles. El nombre y los símbolos del evento están al reverso. Consonantes del alfabeto coreano se destacan al borde.
A los coleccionistas les encantan las medallas olímpicas. Las grandes casas de subasta suelen sacar a subasta medallas de juegos olímpicos pasados.
Por lo general se venden en miles de dólares, pero una de las cuatro medallas de oro que ganó el estadounidense Jesse Owens en las Olimpíadas de 1936 en Berlín alcanzó los 1,5 millones de dólares en diciembre de 2013, mucho después de su muerte. Mark Wells, un jugador del victorioso equipo estadounidense de hockey sobre hielo de 1980, vendió su medalla por 310.000 dólares en 2010 para pagar cuentas médicas.