¿Te has preguntado qué sucede con esas enormes hélices de aerogeneradores una vez que su vida útil ha terminado? Muchos en la industria de la energía renovable están estudiando la posibilidad de convertir un posible problema en los vertederos en una oportunidad rentable de reciclaje.
La razón es que las turbinas eólicas de primera generación de la década de 1980 en la actualidad están siendo reemplazadas por modelos más nuevos.
Algunas de las turbinas eólicas más viejas se pueden restaurar y colocar en otros lugares. La mayoría tienen componentes hechos de metales valiosos, fáciles de reciclar si la máquina no se puede reparar. La gran preocupación es el plástico, la fibra de carbón, un material en las hélices compuesto a partir del petróleo, ya que se espera que en los años venideros aumente el volumen de palas desechadas.
La Universidad Estatal de Washington ha unido fuerzas con la empresa estadounidense Global Fiberglass Solutions Inc., en el estado de Washington, para reciclar las hélices fuera de servicio (en inglés) descomponiéndolas en un nuevo material compuesto que tiene una variedad de usos comerciales e industriales.

Instituciones europeas también buscan soluciones. La planta de Alemania “Zajons Logistik”, una planta de reprocesamiento a escala industrial, en la actualidad la única de su clase que opera en el mundo, recicla hélices y las convierte en materiales utilizados para hacer cemento. El director general de la compañía Jörg Lemke comentó a la publicación “Windpower Monthly” que anticipa un crecimiento en el campo del reprocesamiento.
“Yo diría que alrededor del 80 por ciento de las viejas turbinas de viento que han sido desmontadas están siendo vendidas para su reutilización en otros lugares, pero eso va a cambiar cuando se desmantelen los parques eólicos más nuevos. Sus hélices no son tan fuertes y tendrán que ser recicladas”, dijo.
En Estados Unidos, la Fundación Nacional de Ciencias ha otorgado casi 2 millones de dólares en subvenciones a universidades en Massachusetts y Kansas para desarrollar materiales biodegradables a partir de fuentes sostenibles para la fabricación de hélices de turbina. Si tienen éxito, podríamos estar contemplando la existencia de turbinas eólicas ecológicas.