El robo es un hecho diario en alta mar. En el siglo XXI, no se trata de doblones de oro, sino del brillo plateado de los pescados que están siendo hurtados del mundo para el beneficio de unos cuantos.
Estados Unidos está tomando medidas para frenar la pesca ilegal, no denunciada y no regulada que interrumpe el comercio legal de mariscos y pone en peligro la vida marina.
Los pescadores ilegales superan las cuotas de pesca y vacían los recursos marinos hasta llegar a niveles no sostenibles. Se trata de un problema mundial por lo que el plan de acción (en inglés) anunciado por un grupo de trabajo del presidente en 2015 establece la manera en que Estados Unidos y sus socios internacionales están reforzando la gobernabilidad y aplicación de la ley para combatir la pesca ilegal y el fraude de mariscos y pescados.
El plan pretende aumentar la transparencia y la rendición de cuentas de manera que los consumidores en Estados Unidos (en inglés) y otros lugares sepan más sobre los alimentos marinos que compran, como quién pescó qué, cuándo fue capturado y en qué lugar.
“La pesca ilegal y el fraude de los mariscos afectan al público estadounidense y a personas de todo el mundo”, dijo Catherine Novelli, subsecretaria de Estado.
Kathryn Sullivan, titular de la Administración Nacional de Estados Unidos para Asuntos Oceánicos y Atmosféricos (NOAA), dijo que las nuevas medidas para aplicar la ley protegen “al pescador legítimo, aumentan la confianza del consumidor en la sostenibilidad del pescado y marisco vendido en Estados Unidos y garantiza la vitalidad de las reservas marinas para la pesca”.
La administración Obama también pretende estas metas en las negociaciones para la Asociación Transpacífica, un acuerdo comercial regional con países que conjuntamente producen un cuarto de la pesca marina mundial y las exportaciones de alimentos marinos.

Alrededor de 3.000 millones de personas en el mundo consumen productos marinos. En muchos países en desarrollo el pescado es la principal fuente de proteína.
El engaño en el etiquetado de las especies y origen de su pesca es otra manera de engañar al consumidor en el comercio de mariscos. El aumento de las acciones regulatorias de Estados Unidos debe brindar a los consumidores mayores garantías sobre la calidad, seguridad sanitaria y sostenibilidad del alimento marino que consumen.
¿Qué sabe usted acerca de los alimentos marinos que consume?