La elección presidencial acapara la mayoría de la atención, pero el 8 de noviembre de 2016, los votantes estadounidenses también elegirán a miles de funcionarios federales, estatales y locales. Lo harán de manera pacífica, y los ganadores celebrarán y los perdedores admitirán su derrota con elegancia… y planificarán para la próxima elección.
Al nivel federal, la mayoría del nuevo 115º Congreso será elegida por los votantes. En 2016 se decide quién ocupará un tercio de escaños del Senado y la totalidad de la Cámara de Representantes. La Constitución de Estados Unidos determina esa fórmula., que fue diseñada para permitir que los votantes fuercen un cambio rápido en la Cámara, conservando al mismo tiempo una medida de estabilidad en el Senado.
El partido que controla la mayoría de los escaños en cualquiera de las cámaras del Congreso ejerce una gran influencia en la manera en que funciona. Eso implica seleccionar a los presidentes de las comisiones, decidir cuáles leyes serán aprobadas y otras cuestiones clave.
Aunque los estadounidenses no votan para elegir a los jueces federales, el presidente los propone y el Senado confirma cada designación. Así que, cuando los estadounidenses eligen a sus legisladores y al jefe del ejecutivo, sus elecciones también dan forma al poder judicial.
Más cerca de casa
Esto significa que las elecciones estatales son muy importantes. La mayoría de las leyes que gobiernan la vida diaria —leyes sobre cómo interpretar un contrato de negocios, la velocidad a la que puedes conducir o dónde puedes construir tu casa— dependen de los gobiernos estatales o de los gobiernos locales, gracias a la autoridad que delegan en ellos los estados.
A diferencia de muchos otros países, el sistema de Estados Unidos es federal. El gobierno federal, o nacional, solo cuenta con los poderes que la Constitución le otorga específicamente. Todos los demás pertenecen a los estados o al pueblo estadounidense.
Cada estado tiene su propia constitución, que detalla los poderes de cada cargo. Algunos estados otorgan a sus gobernadores más poder ejecutivo del que tiene el presidente al nivel federal; otros, no tanto. Por ejemplo, algunos estados otorgan a sus gobernadores un “veto de partidas específicas”, que les permite bloquear tan solo parte de un proyecto de ley —por ejemplo, al reducir el dinero asignado a un programa específico— sin vetar el proyecto completamente.

En 2016, 12 de los 50 estados eligirán gobernadores, todos eligirán legisladores y muchos escogerán jueces. A nivel local, los votantes decidirán las contiendas por cargos que incluyen alcaldes, miembros de las juntas escolares y, en Massachusetts, Vermont y Nebraska, “inspectores de cercas” (personas que inspeccionan los cercas para asegurarse de que estén en buen estado y no invadan la propiedad de los vecinos).
Independientemente de cuán grande o humilde sea el cargo, todos quienes los ocupan tienen una responsabilidad compartida: representar a los ciudadanos que los eligieron de la mejor manera posible.