Se oye hablar mucho de la comida rápida en EE. UU., pero muchos estadounidenses prefieren cocinar su comida lentamente

(Creative Commons)

A menudo, la gente asocia Estados Unidos con la comida rápida de producción masiva. Pero últimamente, muchos estadounidenses están volviendo a lo básico. Los chefs y los comensales están redescubriendo la comida casera que se prepara simplemente usando los ingredientes más frescos.

Esto es en parte gracias al movimiento “Slow Food” (comida lenta), que comenzó en Italia hace más de 25 años y llegó a Estados Unidos en el año 2000. Originalmente solo una red para unos pocos, Slow Food USA hoy cuenta con 200 sucursales y 12.000 integrantes.

El movimiento por la comida lenta celebra las comidas y tradiciones culinarias locales. También fomenta una forma de comer más comunal y sostenible. Un creciente número de restaurantes estadounidenses han adoptado los principios de la comida lenta al servir comida fresca y de temporada con alimentos producidos en granjas locales en un ambiente relajado.

(© AP Images)

Los estadounidenses también están desarrollando más interés en saber dónde y cómo se produce o cultiva su comida. Esto es parte de la razón por la que los mercados de agricultores, algo común hace 100 años, son populares de nuevo. Hoy día hay más de 8.000 mercados de agricultores en todo el país.

Estos mercados crean un vínculo importante entre las granjas y las ciudades. Ofrecen a los consumidores accesos a vegetales y frutas frescos cultivados en granjas de las cercanías y permiten a los agricultores mantener una relación personal con sus clientes.

El movimiento de comida orgánica también está creciendo rápidamente, puesto que más estadounidenses desean obtener alimentos cultivados de modo natural. La comida orgánica se ha convertido en una industria de 35.000 millones de dólares en Estados Unidos.

(© AP Images)

Cualquiera que venda productos etiquetados como orgánicos debe seguir unos criterios estrictos establecidos por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) y recibir una certificación que incluye una inspección in situ al año.

El sello “USDA Organic” (orgánico según USDA) garantiza que las frutas y verduras son producidas sin organismos modificados genéticamente ni radiación ionizante, y sin el uso de pesticidas prohibidos, fertilizantes sintéticos o lodo residual. Los criterios también prohíben el uso de antibióticos u hormonas del crecimiento en el ganado.

Infórmese más sobre el rico panorama culinario estadounidense y pruebe algunas de sus comidas más innovadoras en el pabellón de Estados Unidos en la Expo de Milán 2015.

Todos los enlaces en inglés