Una elección o referéndum en tu país no tiene ningún significado si tú y los demás votantes no creen en su legitimidad. Si tienes buenas razones para pensar que tu voto no será computado, o que la contienda está arreglada para favorecer a determinado partido o candidato, o que el proceso favorece a ciertos votantes por sobre otros, ¿aceptarías el resultado?

La Fundación Internacional para Sistemas Electorales (en inglés), una organización sin fines de lucro con sede en Washington, ha trabajado en más de 135 países desde 1987 para aumentar la legitimidad de los procesos electorales. La fundación cita el artículo 21 de la Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas donde se establece el marco básico y los derechos que cada elección debe respetar:

“La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto”.

Este concepto permite explicar por qué existen monitores electorales, leyes que protegen los derechos al voto de mujeres y minorías, y la necesidad de una cobertura independiente de noticias durante todo el proceso.

Mientras te haces las preguntas que siguen a continuación, recuerda que el voto es solamente el comienzo de las responsabilidades de un ciudadano. ¡Continua participando, porque los funcionarios electos deben rendir cuentas ante la sociedad!

Elecciones libres y justas 1
(Depto. de Estado / Jamie McCann)
Elecciones libres y justas 2
(Depto. de Estado / Jamie McCann)
Elecciones libres y justas 3
(Depto. de Estado / Jamie McCann)
Elecciones libres y justas 4
(Depto. de Estado / Jamie McCann)