Estos estudiantes pueden fabricar cosas en sus residencias

Dos estudiantes inspeccionan objetos que fabricaron con impresoras 3D (Johnny Andrews/UNC-Chapel Hill)
Desde el año 2016 unos 2.000 estudiantes de la Universidad de Carolina del Norte han usado maquinaria de alta tecnología. (Johnny Andrews/UNC-Chapel Hill)

Levantarse, ir a clase, luego imprimir una prótesis de mano en tres dimensiones (3D) con ayuda de algunos compañeros. Ese fue el plan del día de Anthony Schinelli recientemente, que vive en una residencia estudiantil en la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill.

El corredor en su residencia incluye un “espacio para fabricar”, algo que más y más colegios universitarios de Estados Unidos ofrecen. El espacio les permite a los estudiantes dialogar sobre sus ideas y fabricar sus inventos. Con frecuencia sus invenciones se convierten en pequeños negocios.

Schinelli, de 18 años de edad, como estudiante de primer año, tiene acceso a las herramientas con que se puede hacer casi de todo. Su residencia tiene 24 impresoras 3D de última generación, herramientas manuales, máquinas textiles y productos electrónicos programables.

Schinelli dice que “se pasa una buena parte de su tiempo” haciendo maquetas en tres dimensiones y diseñando objetos”. Sin experiencia previa ha logrado un certificado en el uso de impresoras 3D que pueden fabricar objetos complejos al “imprimir” materiales en capas. Su compañero de cuarto y él esperan comenzar con algo pequeño, haciendo mejoras en su dormitorio con accesorios impresos en 3D.

Tres estudiantes conversan en torno a una mesa (UNC-Chapel Hill)
Los estudiantes colaboran en proyectos en el nuevo espacio para fabricar en la universidad, que se halla en un corredor de la residencia. (UNC-Chapel Hill)

Esta universidad pública clasificada entre las mejores a la que asisten ahora tiene cuatro instalaciones en el recinto universitario equipadas con herramientas de alta tecnología y el interés entre los estudiantes está aumentando vertiginosamente. Hasta el momento 2.000 estudiantes han aprendido a utilizar impresoras tridimensionales y otras máquinas. Los profesores y el personal de la universidad también las utilizan.

La funcionaria universitaria Judith Cone considera que hay espacio para crecer. Tiene la visión de un campus universitario en el que el espacio para fabricar cosas sea tan vital para los estudiantes como ahora lo son las bibliotecas. Cone dijo que los funcionarios del recinto universitario visitaron nuevos espacios para trabajar en el Instituto Tecnológico de Georgia, conocido como Georgia Tech, y en otros centros, en busca de inspiración.

Aunque Schinelli estudia ciencias y empresariales, considera que “es realmente bueno ver a todo el mundo usar el espacio para fabricar sus propios proyectos”, y destacó que estudiantes de arte han fabricado en un modelo para escultura en tres dimensiones y que estudiantes de química han fabricado una estructura molecular en 3D.

Estudiante usando una máquina bordadora (UNC-Chapel Hill)
No solamente impresoras en tres dimensiones: algunos espacios para fabricar tienen equipos textiles, como estos telares de bordar. (UNC-Chapel Hill)

El espacio para los fabricantes en la residencia ha causado gran impacto en Schinelli que toma parte en su “programa de aprendizaje residencial” en el que los participantes se sumergen en el mundo empresarial en el corredor de su residencia. Tienen competencias intensas para presentar productos, invitados de otras empresas tecnológicas, negocios innovadores o entidades artísticas que llegan para sostener charlas informales.

El comenzó la universidad para graduarse en química, pero el acceso al espacio de fabricar le ha despertado el interés en la ingeniería biomédica.

Un estudiante mayor que él le mostró el proyecto “Echar una mano” (Helping Hand Project, en inglés) en el que los estudiantes voluntarios diseñan e imprimen prótesis de manos para niños necesitados. Los niños pueden participar en el diseño y pueden conseguir reemplazos gratuitos a medida que les crecen las manos. A Schinelli le inspira la misión de la organización.

“Ver cómo se hacen estas cosas es realmente increíble. Creo que esto ha de mejorar la atención de la salud de próxima generación”, dijo.