Cientos de personas trabajan en turnos de 12 horas día y noche en la Agencia de Investigación de Internet, un modesto edificio en San Petersburgo, Rusia. Pero a pesar de su nombre, allí hay más invención que investigación; se han creado miles de cuentas falsas de Twitter, Facebook y otras redes sociales en un intento secreto de influir en la opinión pública contra Occidente.
Hasta el momento, esta guarida de piratas ha figurado en los titulares durante años. Un periodista elaboró un mapa de sus bots (programas de computadora que pretenden ser personas) en Twitter, mientras que otro descubrió otras posibles “fábricas” mediante el estudio de términos de búsqueda en Google por ubicación geográfica. Un tercer periodista mostró que un grupo de troles vinculados a esa agencia creó engaños en línea sobre supuestos vertidos químicos, brotes de ébola y asesinatos en Estados Unidos. Más recientemente, un exempleado demandó a la agencia de San Petersburgo por un rublo: un acto simbólico destinado a poner de relieve la existencia de la operación.
La operación, que actúa 24 horas, se financia a través de un grupo de empresas encabezado por el “cocinero personal” del presidente Vladimir Putin, Evgeny Prigozhin, según informa Radio Liberty. ¿Cuál fue la idea de crearla?
“El problema principal es que en la comunidad extranjera de Internet, la relación entre partidarios y opositores de Rusia es de alrededor de 20/80 respectivamente”, escribe un líder de proyecto en un documento filtrado, según dio a conocer BuzzFeed en junio de 2014.
Algunos troles se lo han contado todo al mundo. Marat Burkhard, que solía ser un trol profesional, dejó la organización de Investigación de Internet por su propia voluntad y le contó su experiencia a Radio Liberty. Describe cómo se cierran cortinas del edificio si aparece un periodista. Los empleados tienen prohibido salir a la calle.
Todo empleado que llegue un minuto tarde enfrenta una multa de 500 rublos (unos 9 dólares). “Solo hay que sentarse allí y teclear y teclear, sin cesar”, dice Burkhard.
La preparación de los troles
Más sobre lo que Burkhard y otros antiguos troles dijeron:
Algunos de los troles de la agencia son “fanáticos”, pero la mayoría “son jóvenes que quieren ganar dinero. Son tan ignorantes de la política que Putin, Obama… No conocen la diferencia”, dice Burkhard.
Los trabajos a los que se presentan a menudo parecen inocentes, con títulos como “especialistas en medios sociales”, “operadores de Internet” y “redactores”.
“Primero te hacen escribir sobre algo inocuo, ‘Ser vegetariano: Pros y contras’, cita Burkhard. Luego, “para inflar el contenido político, envían a un hombre para hablar sobre el tema del día, de modo que al menos los empleados tengan algunos antecedentes sobre el asunto. Pero él propio que viene a hablar tiene un bajísimo nivel de comprensión, por lo que todo parece completamente absurdo”.

Mediante exámenes cortos se evalúan las creencias de los empleados, agregó. “Quien comete un par de errores tiene que volver a tomarlo”, y a quienes continúan obteniendo malos resultados se los despide.
Técnica: “Villano, imagen, enlace”
Según la BBC, en las cuentas de redes sociales, los troles suelen aparentar ser amas de casa y “ciudadanos estadounidenses decepcionados”. Pero el engaño no termina allí. Burkhard dijo que su departamento, que comentaba sobre noticias en foros de la comunidad rusa, se especializaba en crear la ilusión de la conversación.
“Lo hacíamos dividiendo al personal en equipos de tres”, explicó. “Uno de nosotros era el ‘villano’, la persona que no está de acuerdo con el foro y critica a las autoridades, para darle una sensación de autenticidad a lo que hacíamos. Los otros dos iniciaban un debate con él: ‘No, no tienes razón; aquí todo es totalmente correcto’. Uno de ellos tenía que ofrecer algún tipo de gráfica o imagen que encajara en el contexto, y el otro tenía que publicar un enlace a algún contenido que apoyara su argumento. ¿Ves?: Villano, imagen, enlace”.
Esta técnica se inscribe en una estrategia más amplia de influir en las personas. El Kremlin “está acostumbrado a jugar para todos los equipos”, escribe el experto político Andrew Wilson. “En Rusia, el Kremlin trataba de dirigir todas las piezas en el tablero del ajedrez político: ambos lados: el blanco y el negro. Y, destruyendo la metáfora de cómo se juega al ajedrez en realidad, también vigilaba el borde del tablero y determinaba quién podría realmente jugar”.
Mensajes
“Putin es grandioso”, “los ucranianos son fascistas”, y “Europa es decadente” fueron los principales mensajes sobre los que Lyudmila Savchuk comentó a la agencia France Presse que había recibido instrucciones para difundir en foros de Internet. “Nuestro trabajo era escribir de manera progubernamental, interpretar todos los eventos de una manera que glorificara la política del gobierno y a Putin personalmente”.
Savchuk demandó a la agencia secreta por un rublo con el fin de llamar la atención sobre sus prácticas. “Quiero lograr que lo cierren“, dijo al diario Telegraph. “Estas personas están utilizando propaganda para destruir la objetividad y hacer que la gente dude de los motivos de cualquier protesta civil. Lo peor de todo es que lo están haciendo pretendiendo ser nosotros, los ciudadanos de Rusia”. Aunque un tribunal le otorgó el rublo simbólico, la agencia continúa funcionando.
Varias cuentas, grandes cuotas
Burkhard dijo que tenía que escribir al menos un comentario de 200 caracteres o más cada cinco minutos aproximadamente ó 135 comentarios en un turno de 12 horas. Cada publicación debía incluir etiquetas y palabras clave precisas para los motores de búsqueda.
Los documentos filtrados revelaban otros requisitos: los troles deben realizar publicaciones en artículos de noticias 50 veces en un día laboral promedio. Cada bloguero debe mantener seis cuentas de Facebook, publicar algo por lo menos tres veces al día y dialogar en las noticias en grupos al menos dos veces al día. Al final del primer mes del trabajador, cada uno debe tener 500 suscriptores y publicar por lo menos cinco comentarios sobre cada artículo al día. En Twitter, los blogueros deben administrar 10 cuentas y tuitear 50 veces al día.
Un “ejército de troles”
Entre los departamentos de la Agencia de Investigación de Internet —que incluye noticias, vídeo, “desmotivadores” y foros comunitarios—, que, según dijo Burkhard, nunca fraternizan, la división de habla inglesa desempeña un papel especial. Allí la gente “bombardea los sitios web de la CNN y la BBC. Tienen sus propios tipos de objetivos: el New York Times“, agregó.
BuzzFeed y la prensa en general han divulgado los esfuerzos para crear un “ejército de troles” de un millón de dólares. El torrente de troles ha causado que muchos periódicos rusos y medios de lengua extranjera que informan sobre acontecimientos rusos hayan cerrado sus secciones de comentarios.
Campo de batalla digital
Al tiempo que fomenta la disidencia en el exterior por medio de su embestida de troles, Rusia está tomando medidas para reprimir la libertad de Internet en su propio país. En 2014, el New York Times informó de que el Kremlin bloqueó los sitios web de los líderes de la oposición.
Putin dio a conocer su escepticismo de Internet el año pasado cuando lo llamó un “proyecto de la CIA“, un comentario sobre el cual llamó la atención el Moscow Times. (El inventor de la World Wide Web lo corrigió en un artículo de Reuters).
“Internet se ha convertido en la principal amenaza, una esfera que no es controlada por el Kremlin”, dijo el defensor de los derechos humanos Pavel Chikov a BuzzFeed. “Es por eso que lo persiguen”.
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