Toni Blackman puede con todo. No solo es la artista de hip-hop, educadora y escritora de Nueva York; también colabora con rabinos, obispos e imanes para unir los mundos del rap y de la meditación espiritual. A esto se suma su trabajo con el Departamento de Estado de Estados Unidos como la primera especialista cultural en hip-hop. Es increíble que Blackman pueda hacer todo esto.

Toni Blackman con las chicas raperas del grupo “Rhyme Like a Girl” (Foto cedida por Brett Winter Lemon)

La galardonada Blackman comenzó su experiencia como embajadora cultural en 2001, cuando viajó a Senegal y Ghana, donde llevó a cabo talleres sobre cultura y música hip-hop. Desde entonces, Blackman ha recorrido el sudeste asiático como participante del programa “RhythmRoad” (Ruta del ritmo) a través del Jazz en el Lincoln Center, ha enseñado y hecho presentaciones en Botsuana y Suazilandia, y colaboró en un proyecto de vídeo en la República Democrática del Congo dedicado a combatir la violencia contra la mujer. Recientemente regresó a Senegal para ayudar a gente joven a crear música digital.

En Estados Unidos, trabaja para fortalecer la posición de la mujer, con un proyecto de su propia iniciativa denominado Rhyme Like a Girl (Rimar como una chica).

“Comenzó en 2002 cuando acudí a escuelas y comunidades, busqué niñas jóvenes que hicieran rap y les brindé capacitación y apoyo”, afirmó Blackman, “pero se transformó en un grupo en el que capacito a mujeres adultas jóvenes que luego salen y representan el poder de la cultura hip-hop en su forma femenina”.

El objetivo básico de “Rimar como una chica” es demostrar a niñas y mujeres que el rap puede ser poderoso y personal, y no solo una música que suena en la radio.

“Rimar como una chica” hace surgir en mujeres que han recibido capacitación para hacer rap a nivel maestro, y muchas de las jóvenes que vienen para ver una presentación nunca antes han visto a una mujer recitar y hacer un rap de estos”, aseguró Blackman, cuyos versos, a menudo, ofrecen una introspección:

… only treadin’ water when swimming is the goal
sit upon the rock but I can’t find the roll …
so you ask how I’m doin’ and I say fine

in one day I done lied for the ninth time

… solo mantenerme a flote cuando el objetivo es nadar
me apoyo en una roca, pero no puedo moverme…
y si preguntas cómo estoy, te respondo que bien
es la novena vez que miento en tan solo un día

“Para ellas, ser testigos del poder de la mujer que puede improvisar el rap, en el momento, con la misma destreza mental con la que lo haría un hombre, es una experiencia reveladora. Ellas también lo pueden hacer”.

[Adaptado de un artículo del redactor independiente Michael Gallant publicado en la edición de febrero de 2014 del EJ|USA]

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