A pesar del peor brote de ébola en África occidental, y de la muerte de un paciente con ébola en Estados Unidos, las autoridades estadounidenses siguen permitiendo los vuelos de las comerciales hacia Liberia, Guinea y Sierra Leona y desde estos países.
He aquí tres razones para ello:
1. Como dijo en twitter la Organización Mundial de la Salud las restricciones a los viajes harían más difícil la llegada de los trabajadores sanitarios a Liberia, Guinea y Sierra Leona.

2. Los aviones son seguros. “A diferencia de infecciones como la influenza o la tuberculosis, el ébola no flota en el aire”, dijo Isabelle Nuttall, directora del Departamento de Alerta y Respuesta Mundiales de la OMS en un comunicado de prensa. “Solamente puede ser contagiado por contacto directo con las secreciones corporales de la persona afectada por la enfermedad”.

3. Aislar a un país afectado no es sabio. “Cuando uno sella completamente y no deja que los aviones entren o salgan de los países de África Occidental afectados, entonces paradójicamente se puede hacer que las cosas se agraven mucho más”, dijo Anthony Fauci, director en los Institutos Nacionales de la Salud. “No podremos llegar a tener cero riesgo no importa lo que se haga, a menos que lleguemos a tener control del brote en África Occidental”.

En lugar de frenar los vuelos, los Centros de Estados Unidos para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) y el Departamento de Seguridad Nacional revisarán a los pasajeros para determinar si tienen fiebre en los principales aeropuertos. Tom Frieden, director de los CDC, refuerza ese enfoque básico: “Incluso si tratáramos de cerrar la frontera, tendría resultados contraproducentes porque aislar a esos países haría más difícil poderles ayudar”.
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