Un buen día para los elefantes

Con una nueva regulación Estados Unidos ha puesto en marcha la casi completa prohibición al comercio de marfil.

Cálculos recientes muestran que cada 15 minutos, un cazador furtivo mata un elefante por sus colmillos, para atender la demanda de marfil en Asia, Estados Unidos y en otros lugares. Las poblaciones de elefantes africanos son menores de una décima parte de lo que eran a comienzos del siglo XX.

Hasta hoy, si el marfil había llegado a Estados Unidos antes de que los elefantes estuvieran incluidos en la lista de animales en peligro de extinción, o si había documentos que mostraban que el marfil provenía de un elefante muerto por causa natural, podía venderse. Ya no se puede hacer. Los traficantes de vida salvaje podrían aprovechar esas regulaciones para darle cobertura legal al comercio ilícito.

Las únicas excepciones incluyen auténticas estatuas antiguas u obras de arte, y artículos previamente fabricados con menos de 200 gramos de marfil.

“Esperamos que otros países procedan con rapidez y determinación para frenar la circulación de marfil sangriento con la aplicación de reglamentaciones similares”, dijo Sally Jewell, secretaria de Interior de Estados Unidos.

Dan Ashe, del Servicio de Estados Unidos de Pesca y Vida Silvestre, comentó que su oficina recibió 1,3 millones de comentarios procedentes del público acerca del nuevo reglamento “lo que demuestra que a los estadounidenses les preocupan profundamente los elefantes y que apoyan abrumadoramente la protección del elefante africano”.

Durante una visita a Estados Unidos en septiembre, el presidente de China, Xi Jinping, expresó su apoyo para frenar el comercio de marfil. El presidente Obama y el presidente Xi anunciaron conjuntamente que ambos países tomarían medidas importantes y oportunas para aplicar la casi completa prohibición a la venta de marfil y que alentarían a otros líderes mundiales a hacer lo mismo.

La secretaria Jewell afirmó que la medida de Estados Unidos es audaz y necesaria para proteger a los elefantes silvestres, para el bien de las generaciones futuras.

“Todavía nos queda mucho para salvar a esta especie, pero hoy es un buen día para el elefante africano”, afirmo Ashe, del Servicio de Estados Unidos de Pesca y Vida Silvestre.