
Iknoor Singh, en la foto, quiso ingresar al Cuerpo de Entrenamiento para Oficiales de Reserva del Ejército de Estados Unidos (ROTC). El ejército le dijo a Singh que primero tendría que afeitarse y que no podía usar su turbante mientras estuviera de guardia.
Singh es miembro del sijismo, una religión que estipula que sus seguidores hombres no pueden cortarse ni la barba ni el cabello y deben llevar un turbante.
Una jueza de una corte de distrito de Estados Unidos le dio la razón a Singh. “Al principio, cuando escuché esta decisión, no lo podía creer”, dijo Singh en declaraciones a Prensa Asociada (en inglés).
De acuerdo a la ley federal de Estados Unidos el gobierno no puede “recargar sustancialmente” el ejercicio de la religión de una persona, salvo por razón de un “interés ineludible del gobierno”. Incluso ese momento la ley permite solamente los medios menos restrictivos para impulsar ese interés.
La jueza Amy Berman Jackson determinó que el turbante y la barba de Singh no tendrían impacto en su capacidad para cumplir sus tareas. Dijo que el Ejército ya había concedido varias exenciones médicas en sus reglamentos para el vello facial.
Singh reveló estar interesado en el servicio público y quiere trabajar en inteligencia militar luego de terminar el programa de capacitación de oficiales.
“No es fácil llegar a ser un oficial. Uno tiene que ser eficiente en muchas áreas”, dijo.