
Las fuerzas armadas rusas han dañado, destruido o tomado el control de aproximadamente el 16 % de las instalaciones de almacenamiento de grano de Ucrania desde que comenzó la última invasión en febrero, según un análisis reciente.
Eso se traduce en una de cada seis instalaciones en Ucrania para el almacenamiento de trigo, cebada, girasol y otros productos básicos que habitualmente habrían alimentado a una parte importante del mundo antes de la última invasión por parte de Rusia.
“Si los agricultores ucranianos no cuentan con suficiente almacenamiento para poder plantar su trigo en el invierno podríamos ver una escasez de alimentos que tenga implicaciones a nivel mundial”, dijo Nathaniel Raymond, director ejecutivo del Laboratorio de Investigación Humanitaria (HRL) de la Universidad de Yale, en el Centro de Prensa Extranjera en Washington el 16 de septiembre.
Indicó que incluso el menor daño en un silo de grano puede comprometer el almacenamiento de la cosecha.
El informe “Ukraine’s Crop Storage Infrastructure: Post-Invasion Impact Assessment” (Infraestructura de Ucrania para el almacenamiento de cosechas: Evaluación del impacto posterior a la invasión, en inglés), forma parte de las iniciativas del HRL en apoyo del Observatorio de Conflictos, que documenta pruebas de atrocidades de guerra perpetradas por Rusia, incluidos posibles crímenes en Ucrania.
Últimas pruebas de la destrucción
El descubrimiento de que la guerra de Rusia ha debilitado la capacidad de Ucrania para el almacenamiento de cosechas es la última prueba de que la guerra del presidente ruso, Vladimir Putin, contribuye a una crisis alimentaria global que amenaza a millones de personas en todo el mundo.
La guerra de Rusia ha destruido cultivos ucranianos y obstaculizado las exportaciones desde Ucrania, que es uno de los principales abastecedores de alimentos. De acuerdo con el Programa Mundial de Alimentos, 345 millones de personas en todo el mundo enfrentan inseguridad alimentaria aguda y 50 millones de personas en 45 países están al borde de la hambruna.
Desde febrero Estados Unidos ha aportado más de 5.700 millones de dólares en asistencia de emergencia para la seguridad alimentaria a nivel mundial, que incluye a países de África que sufren de hambre y desnutrición extremas.

El reciente análisis del impacto a las instalaciones agrícolas de Ucrania desde la invasión del 24 de febrero determinó que:
- Por lo menos 75 instalaciones para el almacenamiento de grano, que representan casi 5,36 % de la capacidad de Ucrania para almacenamiento, han sido dañadas o destruidas.
- 60 de las 75 instalaciones dañadas, o el 80 %, están cerca de puertos o vías férreas claves.
- Hasta el mes de julio Rusia y sus fuerzas alineadas controlaban casi el 10,7 % de la capacidad de Ucrania para almacenar cosechas.
Los autores del estudio dijeron que dirigirse intencional o indiscriminadamente a las instalaciones para almacenamiento de granos puede constituir un crimen de guerra conforme a la ley internacional.
Ned Price, portavoz del Departamento de Estado, indicó en una declaración del 15 de septiembre que “las ramificaciones de la agresión por parte de Rusia tienen repercusiones mucho más lejos de Europa (en inglés) y actualmente afectan la salud y el bienestar de decenas de millones de personas en todo el mundo”. Hizo referencia a los significativos aumentos en el costo del trigo.
“Estados Unidos permanecerá firmemente junto a Ucrania en su defensa de la libertad, por el bien de su propio pueblo y de los pueblos del mundo que dependen de las cosechas de los campos agrícolas de Ucrania”, señaló Price.