Un millón de almuerzos, ningún error: Lo que las escuelas de negocios de Estados Unidos enseñan sobre operaciones en Japón, Chile e India.

Cajas con almuerzos de los repartidores dabbawala (AP Images)
Cajas con almuerzos de los repartidores dabbawala (AP Images)

¿Se replican de un país a otro las buenas prácticas empresariales? Los profesores de Estados Unidos piensan que sí, y habitualmente utilizan ejemplos no estadounidenses en sus cursos. Algunas muestras:

  • Profesores de Harvard estudiaron el exitoso rescate de 33 trabajadores mineros en Chile en el año 2010 y hallaron que una estructura con mínima jerarquía permitió a los equipos de expertos compartir, diseñar y comprobar sus ideas para hallar una solución rápidamente.
  • Un estudio de caso en el Instituto Tecnológico de Massachusetts muestra como en Japón las tiendas minoristas Seven Eleven rastrean sus ventas para optimizar sus inventarios y anticipar las preferencias de sus clientes en base a factores como el clima y el momento del día.

Aprendiendo de los legendarios repartidores dabbawala

Sin embargo, entre los casos que se estudian en las escuelas de ciencias empresariales en Estados Unidos, posiblemente el más popular implica un grupo de 5.000 trabajadores en Mumbai, conocidos como dabbawalas, repartidores de almuerzos caseros preparados entre los trabajadores de las oficinas. Cada semana los repartidores dabbawalas distribuyen alrededor de un millón de almuerzos, y rara vez cometen un error.

Repartidores dabbawalas abordan un tren, lo que es parte de sus buenas prácticas empresariales
Los repartidores dabbawalas, encargados de distribuir cajas con almuerzos, abordan un tren para hacer llegar su comida a los empleados de una oficina en Mumbai, India. (AP Images)

Desde 1890 los repartidores han sido legendarios por su dedicación, repartiendo almuerzos durante los monzones y en medio de conflictos. Lo curioso es que no dependen de teléfonos portátiles u otra tecnología de la información para cumplir su tarea, sino de un simple sistema de codificación en base a números y colores que tiene envidiable precisión. “Conozco a personas a las que les llega el almuerzo desde hace 10 o 20 años, sin que nunca les haya faltado uno”, relata Stefan Thomke, de la escuela de negocios de la Universidad de Harvard.

Romper el código

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Cada caja con el almuerzo tiene un código que indica al repartidor la caja de almuerzo que entregará y el tren que debe tomar.

 

Un símbolo de color y un número muestran la estación originaria y el distrito a donde debe ir.

El primer número indica al repartidor que se hará cargo del almuerzo. Las letras señalan el edificio a donde va destinada la caja con el almuerzo. Un número final indica el piso.

El sistema de distribución es casi una perfecta armonía de organización, administración, procesamiento y cultura, permitiendo a los trabajadores lograr resultados excepcionales con mínimos recursos.

“[Los estudiantes del último curso de ejecutivos] considera este caso muy inspirador por lo que los repartidores consiguen”, dijo Thomke. “Para ellos es importante porque el poder lograr un desempeño extraordinario de los empleados es una incógnita para todos los que tienen que hacerlo”.

Aunque tener un título de una prestigiosa universidad ayuda, no se precisa ir a Harvard para aprender a manejar un negocio. Hay muchos cursos gratuitos en línea electrónica (MOOCs) con los que se puede estudiar en las principales escuelas de Estados Unidos sin salir de casa.

Estudia gestión de operaciones con la Universidad de Pennsylvania. Aprende en la Universidad de Virginia los fundamentos de una estrategia empresarial. O recibe una introducción al empresariado como medio para enfrentar temas de la atención a la salud de la Universidad de Harvard. Independientemente del interés que tengas en el campo de los negocios, empresas como Coursera ponen el aula a tu disposición.