Cuando un grupo de amigos en Berlín formó hace poco una charla de grupo en “WhatsApp”, los jóvenes acordaron utilizar emoticonos en vez de nombres para identificarse.
Pero al crear su dibujo “alter ego” y seleccionar los tonos de piel y los colores de cabello que coincidieran con los propios, Rayouf Alhumedhi, de 15 años de edad, que lleva un velo hijab, notó que ninguno correspondía con su apariencia.
Dado que unos 550 millones de mujeres musulmanas en todo el mundo visten velos tradicionales, Alhumedhi propuso un personaje que llevara un velo hijab al “Consorcio Unicode”, la organización sin fines de lucro que establece normas internacionales para los programas de computación, incluidos los emoticonos.
La idea intrigó a un miembro del consorcio, quien se ofreció a guiar a Alhumedhi para que elaborara una propuesta más detallada. Se prevé que será formalmente considerada en noviembre, y, de ser aprobada, el emoticono con hijab estará disponible en los sistemas operativos hacia fines de 2017.
Los emoticonos son influyentes y ayudan a la gente a comunicarse a través de las barreras idiomáticas, dijo Alhumedhi al diario The Washington Post (en inglés). “Los emoticonos están por todas partes”, señaló.