Afërdita Bytyqi es la primera mujer que se convierte en presidenta del Tribunal de Primera Instancia de Pristina, el mayor tribunal de Kosovo.
Afërdita solicitó ser presidenta del tribunal en un concurso abierto con cinco jueces hombres. Obtuvo la puntuación más alta en su entrevista. Aunque algunos apoyaron a Afërdita, otros decían que el trabajo era demasiado grande para una mujer. “La gente pensaba que no podía manejar con éxito el Tribunal de Primera Instancia de Pristina [debido a mi género], pero les he demostrado que están equivocados”, dijo.

Afërdita se crio con seis hermanos y tres hermanas en Orllat, una aldea rodeada de montañas a unos 32 kilómetros de Pristina. Su padre y su abuelo eran mediadores en su comunidad, lo que la inspiró a ejercer la profesión de abogada.
“Desde que era niña, soñaba con ser jueza”, dice. “Me inspiraba y motivaba convertirme en una persona con autoridad y ayudar a otros a resolver casos, es decir, a impartir justicia”.
Antes de convertirse en presidenta del tribunal, Afërdita fue jueza en la División de Delitos Graves, donde se ocupó de casos delicados y complicados, como terrorismo, corrupción y crimen organizado.
“Para ser jueza hay que tener valor”, comentó.
Bajo la dirección de Afërdita, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional ha reforzado la Oficina de Información Pública del tribunal, que mantiene actualizado el sitio web del tribunal, prepara comunicados de prensa y responde solicitudes de los medios de comunicación y la sociedad civil. El tribunal publica las decisiones en línea, donde cualquiera puede acceder a ellas.
USAID desplegó un equipo de reducción de atrasos para ayudar a mejorar la eficiencia de los tribunales. En dos años, los jueces redujeron su atraso de casos en un 30% y ahora están resolviendo más casos de los que recibe el tribunal.
“Los casos deben procesarse en un marco de tiempo razonable por que si los casos remitidos al tribunal se atrasan estaríamos violando los derechos de los ciudadanos”, explica Afërdita.

“El papel de la justicia en la democracia es grande”, dice Afërdita. “Porque sólo cuando tenemos un sistema eficiente podemos decir que tenemos un sistema democrático en Kosovo.”
Después de todo lo que Afërdita ha logrado, sus críticos, los que trataron de disuadirla de solicitar ser presidenta de la corte, han cambiado de opinión.
“Han cambiado su convicción”, dice, “y están diciendo que el tribunal ‘realmente necesitaba una persona como usted'”.
Una versión más larga de este artículo en inglés está disponible en el sitio web de USAID.