Viktoriia Azarian se asegura de que los funcionarios del gobierno sepan que serán castigados si participan en actividades corruptas. Es parte de su trabajo.

Azarian es investigadora en la nueva Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU). Los cambios positivos que comenzó a notar después de la Revolución de la Dignidad, las protestas entre noviembre de 2013 y febrero de 2014 en favor de un vínculo más estrecho entre Ucrania y la Unión Europea; la inspiraron a unirse a luchar contra la corrupción en su país.

Fue “el primer evento a gran escala que permitió los ucranianos declarar su capacidad para construir un nuevo país: democrático, europeo y de cara al futuro”, dijo Azarian.

En mayo de 2015, el director de la NABU, Artem Sytnyk, anunció que su agencia contrataría (en inglés) a 700 investigadores motivados y con un completo control de antecedentes, que estuvieran comprometidos a construir una Ucrania próspera que rechace la corrupción. Con su reciente título de maestría en Derecho de la Universidad Nacional de Estudios de Humanidades de Mariúpol, Azarian se sintió inspirada para presentarse a una plaza. Fue elegida a través de un proceso abierto y competitivo entre más de 2700 postulantes.

Viktoriia Azarian (Dpto. de Estado)
La investigadora Viktoriia Azarian (Dpto. de Estado)

Una vez aceptados, Azarian y sus compañeros recién reclutados por la NABU recibieron una rigurosa capacitación por expertos de diversas entidades gubernamentales (entre ellas, la Oficina Nacional Anticorrupción, la Academia Nacional de Asuntos Internos y la Academia Nacional de Fiscales. Expertos de Estados Unidos, el Reino Unido, Canadá, Finlandia y Georgia ayudaron a capacitar a los nuevos detectives.

Además, Azarian participó en un programa de tres semanas de duración en Estados Unidos donde conoció los enfoques estadounidenses para combatir la corrupción pública. Durante su visita, ella y sus colegas aprendieron nuevas técnicas para investigar y exponer la corrupción, profundizaron en la ética profesional de los cuerpos del orden público y conversaron sobre cómo mejorar la asistencia legal internacional.

“La lucha contra la corrupción es un área clave para reformar nuestro estado”, afirmó Azarian, que colabora muy de cerca con sus colegas para evitarla. El primer paso es asegurarse de que los altos funcionarios revelen todas sus transacciones y actividades relevantes; y, si eso no funciona, detectarla e interrumpirla.

Optimismo por el futuro de Ucrania

Azarian es optimista respecto de las reformas que su país ya ha puesto en práctica, como la creación de la oficina de un fiscal especializado en anticorrupción y el lanzamiento de una fuerza de patrulla policial (en inglés) más honrada y con mayor capacidad de respuesta. “Espero que la confianza de los ciudadanos ucranianos en estos nuevos cuerpos del orden público siga creciendo con el tiempo”, dijo.

El oficial de una patrulla de policía ucraniana sonríe mientras sostiene a una niña (Shutterstock)
La nueva fuerza de patrulla policial en Ucrania se está ganando la reputación de dar respuesta al público. (Shutterstock)

Aún queda trabajo por hacer (señala que es el momento oportuno para poner en práctica reformas adicionales en el sistema judicial); considera que un sistema judicial sólido estimulará la inversión extranjera y creará el tipo de futuro europeo y próspero hacia el que los ucranianos dirigen sus esfuerzos. “Avanzamos con confianza hacia una nueva sociedad ucraniana, donde prevalezcan la ley y la justicia”.

Azarian recomienda a los posibles reclutas de la NABU que “estén dispuestos al cambio, que busquen continuamente la mejora personal y que tengan confianza en sí mismos”.

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