
Para septiembre de 2013, Estados Unidos había reducido su arsenal nuclear al menos en un 85 por ciento de lo que tenía en el punto álgido de la Guerra Fría.
En abril de 2009, el presidente Obama declaró “el compromiso para buscar la paz y la seguridad en un mundo sin armas nucleares”.
Estados Unidos es signatario del Tratado de no proliferación nuclear (NPT), que exige que los países que cuentan con armas nucleares reduzcan sus arsenales. Los signatarios que no tienen armas nucleares acuerdan no adquirirlas. El presidente también ha apelado a la comunidad internacional para que proteja sus materiales nucleares y eviten que caigan en manos de extremistas.
“Misil a misil, ojiva a ojiva, proyectil a proyectil, estamos dejando atrás una era acabada”, dijo Obama en diciembre de 2012. “Nos acercamos más a un futuro que perseguimos. Un futuro en que estas armas nunca amenacen a nuestros hijos otra vez. Un futuro en el que conozcamos la seguridad y la paz de un mundo sin armas nucleares”.
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