La biodiversidad se encuentra en cada lugar de la Tierra. Comprende todos los seres vivientes en tanto que estos interactúan entre ellos y con el medio que los rodea. La diversidad del entorno crea comunidades únicas de plantas, animales y microorganismos, llamadas ecosistemas.

La biodiversidad en los ecosistemas extremos ha sido la primera en sufrir el impacto del calentamiento global. Algunas especies emigran hacia nuevos territorios más cómodos. Otras, como las que están adaptadas especialmente para vivir en los témpanos de hielo, podrían extinguirse si su entorno cambia significativamente con demasiada rapidez.

Los científicos que trabajan para el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) han descubierto que la emisión de gases de efecto invernadero producidos por las actividades humanas constituye un factor significativo en el vertiginoso aumento de la temperatura global. Según su opinión, la reducción inmediata de estas emisiones es esencial para evitar la extinción de especies.

Este corredor de vida silvestre, cerca de Pound Ridge, Nueva York, es un rico ecosistema que cuenta con recursos para posibilitar diversos niveles de vida y una amplia variedad de especies. En contraste, los desiertos están habitados solamente por especies adaptadas a medioambientes con escasa cantidad de agua. Las formas de vida en ecosistemas tan extremos pueden verse amenazadas por los cambios más pequeños.

Un ejemplar recién nacido de tortuga laúd nada hacia el mar en una playa de Carolina del Norte. Sus nidos producen aproximadamente 200 tortugas, pero solamente alrededor del 10% sobrevivirá. Puede llegar a pesar 900 kg y es la tortuga viviente más grande que existe. Entre las principales amenazas para esta tortuga, que figura entre las especies en peligro de extinción del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos (USFWS), se encuentran el quedar enredadas en las redes de pesca y la ingestión de bolsas plásticas.

Un zorro gris mexicano deambula por el Refugio Nacional de Vida Silvestre Sevilleta en Nuevo México. Se trata de una subespecie del zorro gris, una especie en peligro de extinción, que estuvo cerca de desaparecen en la década de 1970, pero un exitoso programa de reintroducción lanzado por el USFWS, junto con organismos estatales, locales y tribales del sudoeste del país, ha logrado recuperar la población de este ejemplar.

Una osa polar y sus oseznos descansan en un bloque de hielo en el mar de Beaufort, al norte de Alaska. Los osos evolucionaron para vivir en el hielo y no se desarrollan adecuadamente en la tierra. Dado que su hábitat natural se derrite rápidamente, están seriamente amenazados. “En cuanto a rescatar osos polares antes de que su hábitat desaparezca, no podemos hablar de ningún rescate verdadero”, afirmó el experto Steven Amstrup. Los científicos sostienen que es urgente reducir la emisión de gases de invernadero para poder salvar su hábitat.

Los cambios en las temperaturas árticas también afectan al caribú, llamado reno en Europa. El calentamiento provoca más lluvias, que luego se congelan, impidiendo al caribú buscar su comida. Otras amenazas para esta especie son las motos de nieve, la minería y la perforación de pozos petrolíferos.

Los elefantes mantienen sólidos lazos sociales y se cuidan mutuamente en la manada. Además de la degradación de su hábitat y la invasión provocada por los seres humanos, los elefantes de Asia y África son víctimas de los cazadores furtivos, que matan a miles de animales cada año para obtener sus colmillos de marfil. Las pequeñas manadas sudasiáticas, que viven en zonas cada vez más reducidas, son especialmente vulnerables. Estados Unidos trabaja junto a gobiernos y grupos no gubernamentales internacionales para detener el comercio ilegal de marfil en África y Asia.Los colmillos de los elefantes asiáticos y africanos alcanzan un alto precio en China, Japón y Tailandia, donde son utilizados para tallas ornamentales. Los cazadores furtivos están agotando las reservas de vida silvestre que albergan a los elefantes en India y África para abastecer su comercio ilegal. Estos colmillos y tallas de marfil fueron confiscados en Hong Kong.

Un tigre caza en el Parque del Tigre Siberiano en Harbin, China. De la inmensa cantidad de ejemplares que habitaban por todo el continente asiático, desde el mar Caspio hasta las islas de Indonesia, solamente quedan unos pocos miles de tigres en estado salvaje, viviendo en franjas estrechas de su hábitat natural. Estados Unidos apoya la conservación del tigre y se opone al comercio de sus partes, que se utilizan en la medicina oriental tradicional. La piel del tigre es símbolo de estatus social en el Tíbet.

Una gorila de montaña carga a su cría en el Parque Natural Kahuzi-Biega cerca de Bukavu, en la República Democrática del Congo. Todas las especies de gorilas están en peligro de extinción, y los gorilas de montaña en situación crítica. Solo quedan unos pocos centenares. Estados Unidos es miembro de la Asociación Forestal de la Cuenca del Congo (CBFP), que trabaja en la conservación de gorilas, chimpancés y sus hábitats. Estas especies han sido diezmadas por la caza y las enfermedades, o simplemente eliminadas por las milicias locales para deforestar áreas con el fin de usarlas para la minería o la producción de carbón.

Una abeja recolecta el polen de una margarita en Centralia, Washington. Los enjambres, esenciales para la agricultura estadounidense, están en crisis, tras las misteriosas y extendidas muertes de esta especie en los últimos años. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos ocupa un papel de liderazgo, trabajando junto a otros organismos gubernamentales y universidades para determinar las causas de este trastorno que hizo colapsar las colonias. Sin abejas que las polinicen, ciertas frutas, frutos secos, vegetales y otros cultivos están en peligro.

Un búho manchado del norte posado en un tronco en el Bosque Nacional Tahoe de California. Este búho ha sido motivo de controversia y de acciones judiciales entre grupos ambientalistas que pretenden conservar el hábitat de los antiguos bosques donde habitan los búhos y los desarrolladores o taladores de árboles cuyas actividades perturbarían a los búhos.

La mariposa monarca emigra entre Canadá y el centro de México. La desaparición del hábitat en sus rutas migratorias ha preocupado a los conservacionistas. El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) promueve activamente la restauración y preservación y de los hábitats boscosos donde hiberna la mariposa.

Dos pandas gigantes juegan en el bosque de la Reserva Natural Nacional Wolong en Sichuan (China). El panda ha sufrido la pérdida y fragmentación severa de su hábitat natural, además del ataque de cazadores furtivos. El Fondo WWF calcula que existen solamente unos 1.600 ejemplares en estado salvaje. Científicos estadounidenses del Parque Zoológico Nacional Smithsoniano y otras organizaciones estadounidenses tienen actualmente en práctica programas con China para la conservación de los pandas.

Un águila calva planea sobre el Refugio Nacional de Vida Silvestre Lower Klamath en Oregón. El águila, ave nacional de Estados Unidos, pasó a ser una especie en grave peligro de extinción a causa de la caza y el envenenamiento por pesticidas. Su recuperación, de las 417 parejas anidadas en 1963 a un cálculo actual que ronda las 10.000 parejas, constituye un éxito conservacionista. La especie fue retirada de la lista de especies en peligro de extinción de Estados Unidos en junio de 2007, pero continúa siendo protegida y vigilada.

La biodiversidad está en peligro en todo el mundo, pero todos podemos hacer algo para proteger los ecosistemas del mundo.

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